viernes, 16 de febrero de 2007

A UN BUJARRÓN

Ya que estamos con Don Francisco de Quevedo y Villegas, aquí os dejo uno de sus poemas satíricos que más gracia me hacen, porque lo lei cuando era bastante pequeño y obviamente me enteré de poco y no se me ocurrió otra cosa que con 9-10 años leerle el poema y preguntarle que era un bujarrón... Este poema es una auténtica salvajada me pregunto que cara pondría al que iba dirigido. Coincido con Carlos que el poema AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE es increiblemente bueno, aún así prefiero sus poemas satíricos y burlescos. Da miedo pensar que pudo existir una persona tan jodidamente inteligente como Quevedo que, aparte de ser uno de los más grandes escritores de la literatura de todos los tiempos, hablaba griego clásico latin y arameo. En fin, quien fuera Quevedo aún con todos sus defectos....

A un bujarrón

Aquí yace Misser de la Florida
y dicen que le hizo buen provecho
a Satanás su vida.
Ningún coño le vio jamás arrecho.
De Herodes fue enemigo y de sus gentes,
no porque degolló los inocentes;
más porque, siendo niños y tan bellos,
los mandó degollar y no jodellos.
Pues tanto amó los niños y de suerte
(inmenso bujarrón hasta la muerte),
que si él en Babilonia se hallara,
por los tres niños en el horno entrara.
¡Oh, tú, cualquiera cosa que te seas,
pues por su sepultura te paseas,
u niño, u sabandija,
u perro, u lagartija,
u mico, u gallo, u mulo,
u sierpe, u animal que tengas cosa
que de mil leguas se parezca a culo!,
guárdate del varón que aquí reposa;
que tras un rabo, bujarrón profundo,
si le dejan, vendrá del otro mundo.
No en tormentos eternos
condenaron su alma a los infiernos;
mas los infiernos fueron condenados
a que tengan su alma y sus pecados.
Pero si honrar pretendes su memoria,
di que goce de mierda y no de gloria;
y pues tanta lisonja se le hace,
di: "Requiescat in culo, mas no in pace".

Quevedo

2 comentarios:

Javier C. dijo...

Jajaja.

Un tipo entrañable este Quevedo...

En cuanto a la imagen del post anterior, me dijo Elsa que él había muerto golpeado en la cabeza, y ella apuñalada. Los colocaron así después de la muerte de ambos.

Aún no se sabe si formaba parte de un ritual religioso, si fue una pena ajusticiadora, o si él murió y a ella la "obligaron" a sepultarse con su esposo.

¡Qué bello abrazo!

¿Verdad?

Javier C. dijo...

Coño, si ya lo dice tu noticia.

De todas amneras, los cabrones de los arqueólogos les jodieron la privacidad del abrazo.